Aana Hernandez

Cuando ya no hay marcha atrás

Cuando ya no hay marcha atrás

Ayer pude leer en una noticia de la BBC cómo se ha dado con un descubrimiento de manera totalmente casual, no era el objeto de la investigación.

Y es que se pudo comprobar, al menos ya tenemos evidencia, de que los 30 segundos de antes del fallecimiento, el cerebro registra un patrón de comportamiento muy similar a cuando está teniendo una fase de recuerdo o durante un sueño consciente…ese sueño del que a la mañana siguiente nos acordamos porque nuestra consciencia estaba activa durante el mismo.

Aquí os dejo el enlace de la noticia para quien quiera poder acceder a ella: Life may actually flash before your eyes on death – new study

Es decir, que se podría corroborar, solo tenemos la evidencia de 1 caso, pero imagino que a partir de la misma se invertirá en seguir el curso de la investigación, para demostrar que en el último suspiro de nuestra vida, 30 segundos, pasar por nuestra consciencia recuerdos vividos en ella.

Y otro dato interesante…no solo 30 segundos antes de que se pare el corazón, sino 30 segundos después de la parada cardíaca, el cerebro sigue registrando ese mismo nivel de actividad…

Para las personas que durante un tiempo atrás hemos tenido una persona que ha dejado de estar con nosotros, yo por ejemplo, este verano con el fallecimiento de mi padre, me di cuenta y ya lo dije en algún post, que todo lo que te llevas de esta vida son los momentos vividos, con las personas con las que aprecias y quieres. Ya lo había leído en varios libros de desarrollo personal, ya me habían hecho visualizaciones, la del funeral, por ejemplo, donde te inducen a visualizar tus últimos momentos en esta vida, y se te pregunta, qué te gustaría ver o recordar en esos momentos.

Y como dice Stephen Covey en su libro “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva” en uno de sus primeros capítulos, no ha conocido a nadie en su lecho de muerte que se arrepienta de algo relacionado con el trabajo, o que se arrepienta de no haber visto esa serie…sino que las personas en ese momento se dan cuenta, cuando ya no hay marcha atrás, de cómo han utilizado el tiempo que han vivido, sobre todo a quién se lo han dedicado y qué han priorizado.

No os podéis imaginar la de clientes que veo que a simple vista lo tienen todo, pero su cabeza, su cerebro, su torre de control, no les deja disfrutar de  la vida. Se encuentran metidos en un bucle del que no saben salir. La de clientes que veo que siendo jóvenes, en un rango entre 35 y 55 años, me dicen que llevan tomando pastillas para poder conciliar el sueño, que están con ansiolíticos para poder mitigar la ansiedad o con anti-depresivos para poder regular la depresión.

Esta semana escuchaba con especial interés la entrevista que se le hizo a Ana Obregón que perdió a su único hijo tras un proceso de cáncer, y lanzó varias frases que le hacen tomar conciencia a uno precisamente de esto…cuántas veces nos hemos quejado en momentos que lo teníamos todo…no acumulemos bienes materiales, acumulemos momentos…no puedo estar más de acuerdo con ella.

El poder de la mente es infinito, tanto para bien como para mal, y hay que estar preparado para poder sacarle el mayor partido y que trabaje a nuestro favor, y no en nuestra contra, para poder tener tiempo de calidad en cualquiera de los ámbitos, profesional, personal y social.

Por al final de nuestras vidas, cuando ya no haya vuelta atrás, de lo único que nos acordaremos será de los momentos vividos y de la estela que hemos dejado en este mundo.

Cuando no hay marcha atrás

Ojalá el oro fuera tiempo…el oro va y viene…el tiempo no

Así que desde este humilde rincón virtual, hago un llamamiento para que aprovechemos cada minuto de nuestra vida para darle la importancia que tiene cada momento, en nuestro trabajo, con nuestra familia, con nuestros amigos, con nosotros mismos. Porque de eso se trata, como veíamos en esa mítica y legendaria película “El club de los poetas muertos” donde el gran actor Robin Williams les susurraba a los chicos en una escena clave de la película…

Carpe diem….haced que vuestra vida sea extraordinaria…la posibilidad está en nuestras manos…pero la voluntad debe salir de nuestra mente…

Todo lo que sea necesario, para que cuando estemos en el último suspiro de nuestra vida, los recuerdos que nos llevemos sean los que nos gustaría haber vivido.

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