El equilibrio entre el modo hacer y el modo ser
Cuando empecé a escribir esta reflexión, no sabía si hablar de lo apasionante de las primeras veces o de saber valorar el equilibrio entre el modo hacer y el modo ser. Ese gran reto del saber desconectar.
Así que decidí unir las dos en una!
Hacía tres años que no disfrutaba la Semana Santa en Jaca, desde el 2019. Y he de decir que tenía unas ganas tremendas. Para quien no conozca la jacetanía, abajo os dejo todos los tips de la zona, aquellos que he podido disfrutar esta semana.
Esta semana he experimentado por primera vez una experiencia desde las alturas, el salto en tirolina más largo de toda Europa…y a mi lado estaba un amigo, que tiene agorafobia, pero que se le retó a llevar a cabo la hazaña. Pude ver en él, desde el momento que decidió pegar el salto, esa mirada de quiero, pero no sé si voy a ser capaz. Y estuvo con esa lucha mental (puramente mental) desde 24 horas antes del salto. Y me di cuenta de lo puñetera que es la mente, cuando se pone en modo hacer…cuando la mente se quiere centrar en evitar el malestar, anticipando riesgos para quitarte la idea de un plumazo acerca de aquello que quieres hacer.
Mi amigo, Luis Fernando, casi hermano, venció a la mente en modo hacer…y se abrió, se dio la oportunidad del modo ser. De desconectar de sus miedos, y abrirse a la experiencia de las primeras veces, y lo disfrutó, ya lo creo que si! pero no solo por el salto en si, sino por haber vencido una fantasía mental que le obligaba a no saltar.
Y es que la mente, lleva instalada en nosotros con esa postura desde que hacemos uso de ella, su zona de confort es el modo hacer, el hemisferio izquierdo, donde se centra en valorar riesgos, anticipar situaciones para evitar el malestar. Pero sabéis qué? El 90% de los pensamientos que genera nuestra mente en modo hacer, que son los que dirigen nuestro día a día, el 90% (insisto) nunca suceden, n-u-n-c-a…
Para mi era la primera vez que me montaba en tirolina, y siempre he sido muy cagueta para hacer según qué cosas, pero aquellas cosas que hasta ahora me producían cierto respeto…o miedo directamente, son las que me voy poniendo por delante para experimentarlas, para retar a mi mente, de que si algo me da miedo, lo voy a hacer a pesar del miedo, para demostrar a mi mente que se puede salir del modo hacer, de estar interpretando de manera anticipada algo que aún no he vivido, de salir del piloto automático, y de dar por válido todo lo que pasa por mi mente. Reconozco que cuando me puse delante de la plataforma, el estómago dio un vuelco, mi cuerpo se manifestó diciendo….¿Dónde vas?…jajajaj pero respiré profundo, cerré los ojos y confié en lo chulo que iba a ser poder experimentar esa maravilla de experiencia, en ese entorno rodeada por naturaleza en estado puro.
Y la foto de la portada, es un par de días antes, donde mi hijo vivió por primera vez una bajada por aguas bravas, también con bastante miedo por su parte, pero en mi labor de educación, está demostrarle desde lo antes posible, que los miedos infundados de la mente, no le van a dejar disfrutar de la vida, y que se puede perder muchas cosas chulas por no saber desconectar del modo hacer, y vivir la experiencia del momento presente.
Os comparto un poco de mi salto en tirolina, junto a mi gran amigo, Luis Fernando, para que veáis lo bonito de las primeras veces, saliendo del modo hacer!
Esta Semana Santa será uno de esos momentos que recordaré cuando para siempre…y como decía en esta reflexión (pincha aquí) en la vida hay que coleccionar más momentos, y menos cosas.
Aquí os dejo todos los tips de las experiencias tan interesantes que ofrece Jaca y sus alrededores! Nieve o haga Sol, Jaca siempre es una maravilla!!!
Experiencias para primeras veces:
Rafting: Esera Aventura Os recomiendo el trayecto de las pirámides para aquellos que vayáis sin niños, es un trayecto más largo y con más rock and roll
Salto en tirolina: Tirolina Valle de Tena Os recomiendo que reservéis dos saltos…uno os sabrá a poco…os lo aseguro!
Un paseo en avioneta por el Pirineo: Pirivuelo, dejaros aconsejar por Ana en la elección del trayecto, ella entiende de alturas.
Rincones gastronómicos:
Restaurante Baviera: Edu, gracias como siempre por tratarnos como en casa. Grandes referencias en vino y materia prima de primera categoría.
La tasca de Ana, un lugar mítico donde se trabaja mucho la resiliencia (para encontrar hueco y sitio) pero sin duda merece la pena!
La Cadiera, un sitio para comer comida típica de la zona, Fran un gran anfitrión, aragonés y jacetano en estado puro.
19 Tapas y 500 Vinos, un nombre muy sabinero para un lugar con muy buena carta. Dani os aconsejará siempre con mucho criterio
Gorbea, otro lugar de referencia para tomar el aperitivo frente al ayuntamiento
Para quemar todo aquello que disfrutéis, siempre tenéis la opción de subir a la Peña Oroel, desde su cima podréis ver las mejores vistas de la Jacetanía o daros una vuelta por toda la zona comercial de Jaca! Paseando entre grandes monumentos románicos como esa maravilla de Catedral!
Espero que esta reflexión y sus recomendaciones, os hagan pensar en qué os gustaría hacer que no hayáis hecho aún por miedo…y darle la oportunidad para hacerlo!
Mañana vuelta al lío!